No creo en Dios

Parece extraño pero hay poca gente que se atreva a juntar estas palabras: no creo en Dios. Yo soy una de estas.

Que difícil es no creer en nada, verdad? Sería más fácil si existiera. O no. Pero al menos no tendría una fe perdida en los recuerdos de leer el rosario de mi abuela.

Por el contrario sí que creo en la esencia y en el alma. Y le canto a la alma y a la esencia y sin querer a la fe. Y al contrario, no creo en Dios. O quizás no en el Dios que me han prometido. Predico ser agnóstica y así parece que contribuyo a poder hablar de fe sin creer.

Así como todas las cosas se pierden y a la vez se recuperan. Es decir, creo en Dios sin creer en él.